Empezó en esta dirección Rubalcaba quien nunca defrauda a su público; reconoció su derrota y presentó su dimisión para darle un nuevo rumbo a un partido centenario, pero con las mismas herramientas de siempre: convocando un congreso extraordinario. Ante la protesta de propios y extraños tuvo que elegir entre mantenerse en sus trece del congreso o en convocar las ya previstas primarias abiertas para elegir candidato. Como es habitual en él, tiró por la calle de en medio y mantiene el congreso pero los militantes votarán a la candidata a Secretaria General. Sí, lo pongo en femenino porque tiene ya nombre y apellidos. Tiene que ver con lo que vengo argumentando de cambiarlo todo para que todo siga igual; los militantes elegirán quien dirigirá el partido, pero ya se encargarán ellos de que gane la que ya han decidido que sea Secretaria General.
También se pusieron a esto los de Izquierda Unida. Ni aunque se deje coleta, poco tiene que hacer Cayo Lara ante el empuje de un Pablo Iglesias que ha sabido conectar con el que ha sido siempre el electorado natural de esta coalición. Pues no pasa nada, nos ponemos a negociar vías de colaboración futuras y las fotos con el mentado Iglesias que se las haga Alberto Garzón porque tiene más garantías de no desentonar en la instantánea que los Lara, Meyer o Centellas de turno. Pero que no se vaya a subir a la parra el malagueño que cuando llegue la hora de elegir candidatos tendrá que ponerse a la cola, que son muchos los que “chupan rueda” desde hace años.
Pero sin lugar a dudas la traca final -de momento- de este cambiarlo todo para seguir igual la ha dado el todavía Rey Juan Carlos. Hasta hace unos meses ni pensaba en dejar el puesto; de pronto -y no me sean maliciosos, nada han tenido que ver las elecciones- se ha dado cuenta que como espere más tiempo igual no es posible un cambio de monarca tan “fácil”. Con el susto que tienen en el cuerpo los socialistas igual se acuerdan que son un partido federalista y republicano y no pueden imponer la disciplina de voto en el Congreso.
Los únicos que no parecen haber visto la película son los del PP o igual la han visto y no la entendieron.
Escríbeme y hablamos.
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